Los Océanos azules representan a todas las industrias que no existen actualmente. Es el espacio desconocido del mercado.
En los "Océanos rojos", las fronteras de las industrias están definidas y aceptadas y muy importante, se conocen las reglas del juego. En ellos, las compañías tratan de superar a sus rivales a fin de llevarse una mayor participación en la demanda existente. A medida que se satura el espacio del mercado, se reducen las perspectivas de rentabilidad y crecimiento. Los productos se convierten en bienes genéricos y la competencia a muerte tiñe de sangre el agua del océano rojo.
Por otra parte, los OCÉANOS AZULES se definen como espacios de mercado no aprovechados y por la creación de demanda y oportunidades para un crecimiento altamente rentable. Aunque algunos de los Océanos azules se crean muy lejos de los límites de las industrias existentes, la mayoría de ellos brotan de los océanos rojos cuando se amplían las fronteras de esas industrias. En los Océanos azules, la competencia pierde su validez porque las reglas del juego todavía no existen.
En los Océanos rojos siempre será importante mantenerse a flote gracias a vencer a los rivales. Los océanos rojos siempre serán importantes y serán una realidad de la vida de los negocios. Pero en vista de que en un número cada vez mayor de industrias la oferta supera la demanda, competir por una participación en unos mercados cada vez más chicos, aunque sera necesario, no bastará para sostener un alto desempeño. Las compañías deben ir más allá de la competencia. A fin de lograr nuevas oportunidades de crecimiento y rentabilidad, también deben crear nuevos océanos.
Infortunadamente, los Océanos azules en su mayoría no están definidos. El pensamiento estratégico de los últimos 25 años se ha centrado principalmente en las estrategias para los Océanos rojos donde prevalece la competencia. El resultado ha sido un conocimiento bastante bueno sobre la manera de competir hábilmente en las aguas rojas, desde el análisis de la estructura económica básica de una industria existente, hasta la selección de una posición estratégica de bajo costo o de diferenciación o de enfoque, o la referenciación (benchmarking) de la competencia. Aunque algo se habla de acerca de los Océanos azules, no hay muchas guías practicas sobre la manera de crearlos. A falta de unos esquemas analíticos para crear los océanos azules y de unos principios para manejar eficazmente el riesgo, la creación de dichos océanos se ha quedado en el plano de deseo por ser una estrategia demasiado arriesgada a juicio de los gerentes.
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