El intercambio de ficheros entre particulares es la manera en que distintos usuarios de ordenadores, conectados a través de una misma red de Internet, pueden compartir archivos informáticos (texto, música y / o vídeo).
La descarga y carga que se produce en el P2P implica la copia y la comunicación de la obra al público. Ambos actos son derechos exclusivos del autor (o de otros titulares de los derechos) de la obra. Por lo tanto, cuando esto se hace sin el permiso de los titulares de los derechos, compartir archivos P2P constituye una infracción del derecho de autor. Algunas
plataformas P2P son servicios legales, que consiguen las autorizaciones necesarias de los titulares de los derechos. Desgraciadamente, se estima que la mayoría de los archivos compartidos en redes P2P no son autorizados y son, por lo tanto, ilegales.
Razones por las que no debemos cargar/descargar copias ilegales de las obras:
1) El riesgo de virus informáticos y de intrusos. Los archivos de música descargada pueden contener virus. Además, los programas P2P pueden, a veces, contener programas espías que recogen información sobre el ordenador sin el conocimiento y consentimiento del usuario. El programa P2P que permite compartir archivos de música también puede permitir a desconocidos ver otros archivos del ordenador que el usuario no desearía que se viesen.
2) Riesgo de acciones legales. El Internet no es anónimo; es posible identificar a individuos que cargan y descargan ilegalmente material protegido por derecho de autor en las redes P2P. Desde el año 2003, la industria de la música ha demostrado que está dispuesta a demandar a los usuarios ilegales, sea cual sea su edad.
3) Menos opciones musicales. Compartir ilegalmente archivos P2P reduce la compra de CDs legales, lo cual significa que los estudios de grabación lo tienen más difícil para recuperar las inversiones que hacen en artistas. Al convertir la inversión en nuevos talentos en algo arriesgado, el P2P hace, a la larga, que resulte más difícil que los nuevos autores e intérpretes firmen acuerdos de producción y distribución. Los estudios de grabación también podrían intentar reducir el riesgo de no recuperar su inversión decidiendo producir sólo el tipo de música estándar que gusta a mucha gente, haciendo así menos probable que se firmaran acuerdos con autores e intérpretes realmente originales y creativos.
4) Nunca ha sido tan fácil descargar música legalmente. Existen centenares de sitios donde se puede descargar música legalmente, bien mediante el sistema de pago por canción, bien mediante suscripción. El siguiente sitio Web ofrece enlaces actualizados a muchos sitios de descargas legales:
http://www.pro-music.org/musiconline.htm
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